sábado, 12 de septiembre de 2009

LOS TRES CHANCHITOS

Tiempo atrás, en el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa.
El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.
El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él.
El mayor trabajaba en su casa de ladrillo.
- Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande.
El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.
El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.
Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor.
Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.
Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito.
FIN


EL PATITO FEO

Como en cada verano , a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los mas guapos de todos.
Llego el dia en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se juntaron ante el nido para verles por primera vez.
Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos , cada uno acompañado por los gritos de alegria de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo , el mas grande de los siete , aun no se habia abierto.
Todos concentraron su atencion en el huevo que permanecia intacto , tambien los patitos recien nacidos, esperando ver algun signo de movimiento.
Al poco, el huevo comenzo a romperse y de el salio un sonriente patito , mas grande que sus hermanos , pero ¡oh , sorpresa! , muchisimo mas feo y desgarbado que los otros seis...
La Señora Pata se moria de verguenza por habertenido un patito tan feo y le aparto de ella con el ala mientras prestaba atencion a los otros seis.
El patito se quedo tristisimo porque se empezo a dar cuenta de que alli no le querian...
Pasaron los dias y su aspecto no mejoraba , al contrario , empeoraba , pues crecia muy rapido y era flaco y desgarbado, ademas de bastante torpe el pobre..
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reian constantemente de el llamandole feo y torpe.
El patito decidio que debia buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le quisieran a pesar de su desastroso aspecto y una mañana muy temprano , antes de que se levantase el granjero , huyo por un agujero del cercado.
Asi llego a otra granja , donde una anciana le recogio y el patito feo creyo que habia encontrado un sitio donde por fin le querrian y cuidarian , pero se equivoco tambien , porque la vieja era mala y solo queria que el pobre patito le sirviera de primer plato. Y tambien se fue de aqui corriendo.
Llego el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve y tuvo que huir de cazadores que querian dispararle.
Al fin llego la primavera y el patito paso por un estanque donde encontro las aves mas bellas que jamas habia visto hasta entonces. Eran elegantes , graciles y se movian con tanta distincion que se sintio totalmente acomplejado porque el era muy torpe. De todas formas, como no tenia nada que perder se acerco a ellas y les pregunto si podia bañarse tambien.
Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:
- ¡Claro que si , eres uno de los nuestros!
A lo que el patito respondio:
-¡No os burleis de mi!. Ya se que soy feo y flaco , pero no deberiais reir por eso...
- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y veras como no te mentimos.
El patito se introdujo incredulo en el agua transparente y lo que vio le dejo maravillado. ¡Durante el largo invierno se habia transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y desgarbado era ahora el cisne mas blanco y elegante de todos cuantos habia en el estanque.
Asi fue como el patito feo se unio a los suyos y vivio feliz para siempre.

jueves, 27 de agosto de 2009

El Rey Midas







El Rey Midas









Érase una vez un rey muy rico cuyo nombre era Midas. Tenía más oro que nadie en todo el mundo, pero a pesar de eso no le parecía suficiente. Nunca se alegraba tanto como cuando obtenía más oro para sumar en sus arcas. Lo almacenaba en las grandes bóvedas subterráneas de su palacio, y pasaba muchas horas del día contándolo una y otra vez.Midas tenía una hija llamada Caléndula. La amaba con devoción, y decía: "Será la princesa más rica del mundo". Pero la pequeña Caléndula no daba importancia a su fortuna. Amaba su jardín, sus flores y el brillo del sol más que todas las riquezas de su padre. Era una niña muy solitaria, pues su padre siempre estaba buscando nuevas maneras de conseguir oro, y contando el que tenía, así que rara vez le contaba cuentos o salía a pasear con ella, como deberían hacer todos los padres.Un día el rey Midas estaba en su sala del tesoro. Había echado la llave a las gruesas puertas y había abierto sus grandes cofres de oro. Lo apilaba sobre mesa y lo tocaba con adoración. Lo dejaba escurrir entre los dedos y sonreía al oír el tintineo, como si fuera una dulce música. De pronto una sombre cayó sobre la pila del oro. Al volverse, el rey vio a un sonriente desconocido de reluciente atuendo blanco. Midas se sobresaltó. ¡Estaba seguro de haber atrancado la puerta! ¡Su tesoro no estaba seguro! Pero el desconocido se limitaba a sonreír.- Tienes mucho oro, rey Midas -dijo. "Sí -respondió el rey-, pero es muy poco comparado con todo el oro que hay en el mundo." "¿Qué? ¿No estás satisfecho?" -preguntó el desconocido. "¿Satisfecho? -exclamó el rey-. Claro que no. Paso muchas noches en vela planeando nuevos modos de obtener más oro. Ojalá todo lo que tocara se transformara en oro." "¿De veras deseas eso, rey Midas?". "Claro que sí. Nada me haría más feliz." "Entonces se cumplirá tu deseo. Mañana por la mañana, cuando los primeros rayos del sol entren por tu ventana, tendrás el toque de oro."Apenas hubo dicho estas palabras, el desconocido desapareció. El rey Midas se frotó los ojos. "Debo haber soñado -se dijo- , pero qué feliz sería si eso fuera cierto". A la mañana siguiente el rey Midas despertó cuando las primeras luces aclararon el cielo. Extendió la mano y tocó las mantas. Nada sucedió. "Sabía que no podía ser cierto", suspiró. En ese momento los primeros rayos del sol entraron por la ventana. Las mantas donde el rey Midas apoyaba la mano se convirtieron en oro puro. "¡Es verdad! -exclamó con regocijo-. ¡Es verdad!".Se levantó y corrió por la habitación tocando todo. Su bata, sus pantuflas, los muebles, todo se convirtió en oro. Miró por la ventana, hacia el jardín de Caléndula. "Le daré una grata sorpresa", pensó. Bajó al jardín, tocando todas las flores de Caléndula y transformándolas en oro. "Ella estará muy complacida", se dijo.Regresó a su habitación para esperar el desayuno, y recogió el libro que leía la noche anterior, pero en cuanto lo tocó se convirtió en oro macizo. "Ahora no puedo leer -dijo-, pero desde luego es mucho mejor que sea de oro". Un criado entró con el desayuno del rey. "Qué bien luce -dijo-. Ante todo quiero ese melocotón rojo y maduro." Tomó el melocotón con la mano, pero antes que pudiera saborearlo se había convertido en una pepita de oro. El rey Midas lo dejó en la bandeja. "Es precioso, pero no puedo comerlo", se lamentó. Levantó un panecillo, pero también se convirtió en oro. En ese momento se abrió la puerta y entró la pequeña Caléndula. Sollozaba amargamente, y traía en la mano una de sus rosas." ¿Qué sucede, hijita?", preguntó el rey. "¡Oh, padre! ¡Mira lo que ha pasado con mis rosas! ¡Están feas y rígidas!". "Pues son rosas de oro, niña. ¿No te parecen más bellas que antes?". "No -gimió la niña-, no tienen ese dulce olor. No crecerán más. Me gustan las rosas vivas". "No importa -dijo el rey-, ahora toma tu desayuno". Pero Caléndula notó que su padre no comía y que estaba muy triste. "¿Qué sucede, querido padre?", preguntó, acercándose. Le echó los brazos al cuello y él la besó, pero de pronto el rey gritó de espanto y angustia. En cuanto la tocó, el adorable rostro de Caléndula se convirtió en oro reluciente. Sus ojos no veían, sus labios no podían besarlo, sus bracitos no podían estrecharlo. Ya no era una hija risueña y cariñosa, sino una pequeña estatua de oro. El rey Midas agachó la cabeza, rompiendo a llorar. "¿Eres feliz, rey Midas?", dijo una voz. Al volverse, Midas vio al desconocido. "¡Feliz! ¿Cómo puedes preguntármelo? ¡Soy el hombre más desdichado de este mundo!", dijo el rey. "Tienes el toque de oro -replicó el desconocido-. ¿No es suficiente?". El rey Midas no alzó la cabeza ni respondió. "¿Qué prefieres, comida y un vaso de agua fría o estas pepitas de oro?". El rey Midas no pudo responder. "¿Qué prefieres, oh rey, esa pequeña estatua de oro, o una niña vivaracha y cariñosa?". "Oh, devuélveme a mi pequeña Caléndula y te daré todo el oro que tengo -dijo el rey-. He perdido todo lo que tenía de valioso." "Eres más sabio que ayer, rey Midas -dijo el desconocido-. Zambúllete en el río que corre al pie de tu jardín, luego recoge un poco de agua y arrójala sobre aquello que quieras volver a su antigua forma. El rey Midas se levantó y corrió al río. Se zambulló, llenó una jarra de agua y regresó deprisa al palacio. Roció con agua a Caléndula, y devolvió el color a sus mejillas. La niña abrió los ojos azules. Con un grito de alegría, el rey Midas la tomó en sus brazos. Nunca más el rey Midas se interesó en otro oro que no fuera el oro de la luz del sol, o el oro del cabello de la pequeña Caléndula.
FIN


Conclusión: La ambicion del hombre nos lleva a segarnos muy frecuente mente sin ni siquiera ver en que puede afectar a nuetsro alrededor y desgraciuadamnete nos damos muy tarde cuenta del as cosas que en verdad pueden suceder por eso antes de dejarnmos llevar por la vanidad y el orgullo pensemos no tan solo en nosotros si no en las personas que realmente queremos y valoramos.

MAGO DE OZ




El mago de Oz

Dorita era una niña que vivía en una granja de Kansas con sus tíos y su perro Totó. Un día, mientras la niña jugaba con su perro por los alrededores de la casa, nadie se dio cuenta de que se acercaba un tornado. Cuando Dorita lo vio, intentó correr en dirección a la casa, pero su tentativa de huida fue en vano. La niña tropezó, se cayó, y acabó siendo llevaba, junto con su perro, por el tornado. Los tíos vieron desaparecer en cielo a Dorita y a Totó, sin que pudiesen hacer nada para evitarlo. Dorita y su perro viajaron a través del tornado y aterrizaron en un lugar totalmente desconocido para ellos. Allí, encontraron unos extraños personajes y un hada que, respondiendo al deseo de Dorita de encontrar el camino de vuelta a su casa, les aconsejaron a que fueran visitar al mago de Oz. Les indicaron el camino de baldosas amarillas, y Dorita y Totó lo siguieron. En el camino, los dos se cruzaron con un espantapájaros que pedía, incesantemente, un cerebro. Dorita le invitó a que la acompañara para ver lo que el mago de Oz podría hacer por él. Y el espantapájaros aceptó. Más tarde, se encontraron a un hombre de hojalata que, sentado debajo de un árbol, deseaba tener un corazón. Dorita le llamó a que fuera con ellos a consultar al mago de Oz. Y continuaron en el camino. Algún tiempo después, Dorita, el espantapájaros y el hombre de hojalata se encontraron a un león rugiendo débilmente, asustado con los ladridos de Totó. El león lloraba porque quería ser valiente. Así que todos decidieron seguir el camino hacia el mago de Oz, con la esperanza de hacer realidad sus deseos. Cuando llegaron al país de Oz, un guardián les abrió el portón, y finalmente pudieron explicar al mago lo que deseaban. El mago de Oz les puso una condición: primero tendrían que acabar con la bruja más cruel de reino, antes de ver solucionados sus problemas. Ellos los aceptaron. Al salir del castillo de Oz, Dorita y sus amigos pasaron por un campo de amapolas y aquél aroma intenso les hicieron caer en un profundo sueño, siendo capturados por unos monos voladores que venían de parte de la mala bruja. Cuando despertaron y vieron la bruja, lo único que se le ocurrió a Dorita fue arrojar un cubo de agua a la cara de la bruja, sin saber que eso era lo que haría desaparecer a la bruja. El cuerpo de la bruja se convirtió en un charco de agua, en un pis-pas. Rompiendo así el hechizo de la bruja, todos pudieron ver como sus deseos eran convertidos en realidad, excepto Dorita. Totó, como era muy curioso, descubrió que el mago no era sino un anciano que se escondía tras su figura. El hombre llevaba allí muchos años pero ya quería marcharse. Para ello había creado un globo mágico. Dorita decidió irse con él. Durante la peligrosa travesía en globo, su perro se cayó y Dorita saltó tras él para salvarle. En su caída la niña soñó con todos sus amigos, y oyó cómo el hada le decía: - Si quieres volver, piensa: “en ningún sitio se está como en casa”. Y así lo hizo. Cuando despertó, oyó gritar a sus tíos y salió corriendo. ¡Todo había sido un sueño! Un sueño que ella nunca olvidaría... ni tampoco sus amigos.
Conclusion: Esto nos muestra la tierna inocencia e inmaginacion de la niña que jugaba siempre con su perrito, esto nos enseña que en la vida muchas veces vivimos bellos momentos en nuetsrso sueños o quisieramos vivir momentso muy lindos pero que tan son en sueños podemos hacerlo como lo hizo la Niña, y nos muestra que debemos tener la misma inmaginación por la la niñez en el ser humano nunca muere.